1.Alban Butler, Vidas de los santos, t. III, pp. 714-721.

2. Juan Ferrando Roig, Iconografía de los santos, p. 150.

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San Jerónimo

Anónimo

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San Jerónimo

San Jerónimo nació hacia el año de 324 en Stredon, en la región dalmática de Panonia, territorio perteneciente a Italia. Su padre vigiló que se le instruyera en todos los aspectos de la religión, así como las letras y las ciencias. Esta instrucción la recibió primero en su hogar y posteriormente en las escuelas de Roma. En poco tiempo llegó a dominar el latín y el griego además de su idioma materno, el ilirio. En el año de 370 se estableció provisionalmente en Aquilea y posteriormente partió a Oriente, junto con sus amigos Inocencio, Heliodoro y Hylas. Jerónimo llegó a Antioquía en 374, retirándose a las soledades de Calquis donde pasó cuatro años como eremita, agregando a sus mortificaciones corporales el estudio y el trabajo constantes. Cuando el santo abandonó el desierto de Calquis, recibió de Paulino, obispo de Antioquia, la ordenación sacerdotal, trasladándose a Constantinopla para estudiar las Santas Escrituras, bajo la dirección de san Gregorio Naciaceno. En 382, Jerónimo regresa a Roma para participar en el concilio convocado por el papa san Dámaso; al término de éste, el papa lo retiene como su secretario, y le pide revise con base en los textos griegos la versión latina de los Evangelios. A la muerte del papa en 385, abandona Roma y parte a Antioquía, dirigiéndose hacia Jerusalén y Belén, en donde con ayuda de otros santos fundó conventos para hombres y mujeres, habitando una amplia cueva cercana al sitio donde naciera Jesús. San Jerónimo murió el 30 de septiembre del año 420, y fue sepultado en la iglesia de la Natividad. Posteriormente sus restos fueron trasladados a la basílica de santa María la Mayor en Roma. (1) Se le considera como el padre de la Iglesia que más estudió las Santas Escrituras. En esta obra, el león que aparece junto a él es su atributo personal. Recuerda a un león que auxilió quitándole una espina de la pata y que por tal motivo quedó a su servicio. La trompeta en el extremo superior derecho está relacionada con una frase que se le atribuye al santo: "Sea que coma, sea que beba, siempre me parece que resuena en mis oídos la trompeta que dice: ¡Levantaos, muertos, y venid a juicio! (2) La presencia del libro alude a su labor como escritor de la Iglesia. La pintura se encuentra en la calle lateral derecha en el primer cuerpo del retablo principal de la Capilla Doméstica.

1.Alban Butler, Vidas de los santos, t. III, pp. 714-721.

2. Juan Ferrando Roig, Iconografía de los santos, p. 150.

Ficha Técnica
Título San Jerónimo
Creador Anónimo
Tipo de objeto Imagen fija, Pintura de caballete, Representaciones de santos
Institución Instituto Nacional de Antropología e Historia
Formatos disponibles 48.5 CM
Identificador oai:mexicana.cultura.gob.mx:0014137/0089784
Ver registro original http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/pintura%3A2776

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